En un estudio de la Universidad British Columbia y que se publica en la revista Psychological Science, se sugiere que prestamos mayor atención a las personas atractivas.
Estudios previos sugerían que las personas atractivas son percibidas también como más inteligentes, amistosas y competentes.
El presente estudio pretendía determinar si el hecho de que una persona fuese atractiva influía en la precisión con que se determinaban sus rasgos de personalidad.
Los participantes interactuaban en grupos de 5 a 11 personas durante 3 minutos en conversaciones de 1 a 1 y posteriormente se le pedía que indicaran su grado de atractivo, apertura, conciencia, extroversión, agradabilidad y neuroticismo. A su vez, cada participante se evaluaba a sí mismo en estas 6 variables. La precisión de la valoración se daba comparando la valoración dada para un participante con la que este había dado de sí mismo.
Se encontró que las personas que juzgaban a otra persona, sea Marta, como más atráctiva, evaluaban los rasgos de personalidad de Marta de forma más similar a como ella se había evaluado, que cuando se trataba de otra persona, que era evaluada como menos atractiva.