Se sabe relativamente poco acerca de la aplicación de la terapia cognitivo conductual (TCC) en personas con discapacidad intelectual (DI). En el número de abril de 2016 de la Revista Research in Developmental Disabilities se publicó un artículo de revisión que trata de sintetizar la evidencia disponible acerca de la eficacia de la terapia cognitivo-conductual (TCC) para los trastornos de ansiedad y para la depresión en personas con discapacidad intelectual. La revisión pretende conocer el nivel de evidencia científica que actualmente se dispone y realizar recomendaciones acerca de nuevas líneas de investigación.
Los autores, psicólogos de Reino Unido, realizaron una búsqueda bibliográfica exhaustiva y sistemática para identificar los estudios cualitativos y cuantitativos que se habían publicado hasta la fecha. Se aplicaron criterios sólidos para seleccionar los artículos que eran relevantes para esta revisión. Se evaluó la calidad de los estudios incluidos y 11 de los 223 estudios considerados cumplieron con los criterios de inclusión. En concreto fueron 3 los estudios que aplicaban TCC para personas con discapacidad intelectual y para problemas de ansiedad, 4 estudios en los se que trataban a personas con problemas de depresión y 4 estudios con para personas con síntomas mixtos.
Se encontró que a pasar de que sigue existiendo escasez de pruebas acerca de la efectividad de la TCC, los estudios considerados indican que la TCC es un tipo de terapia factible, bien tolerada y eficaz para reducir los síntomas de depresión en personas con discapacidad intelectual moderada. Los estudios cualitativos analizados reflejaban que la TCC era percibida entre los pacientes y sus familiares como un tratamiento eficaz.
A pesar de estos resultados esperanzadores, se debe investigar mejor los componentes de la TCC, la idoneidad de la TCC en función del tipo de paciente y las habilidades necesarias para poder recibir o seguir la TCC, utilizando para ello pruebas e instrumentos psicométricos más válidos, sensibles e integradores.
Habitualmente se ha considerado que la terapia cognitivo-conductual requiere un nivel cultural medio/alto. Aunque el nivel cultural no se pude considerar un concepto equiparable al de discapacidad cognitiva, estos resultados ofrecen apoyo a la evidencia de que la terapia cognitivo-conductual comprende un conjunto sólido de técnicas que se pueden adaptar con relativa facilidad a diferentes tipos de poblaciones, que a priori pueden resultar muy diferentes entre si en cuanto a sus habilidades previas para poder recibir terapia. Por tanto, entendemos que el argumento de que la terapia cognitivo-conductual requiere de un nivel cultural medio/alto, no debe tomarse demasiado en serio. Otra cuestión, es el hecho de que atender una persona con un nivel cultural bajo, requiere de un mayor esfuerzo por parte del psicólogo y posiblemente, un mayor número de sesiones de terapia.
Artículo original: Unwina,G.; Tsimopouloua, I.; Stenfert, B. & Azmi, S. (2016). Effectiveness of cognitive behavioural therapy (CBT) programmes for anxiety or depression in adults with intellectual disabilities: A review of the literature. Research in Developmental Disabilities, 51-52, 60-75.